Diseño de identidad
La Bienal.
Diseño de logotipo, símbolo y sistema visual para acompañar los personajes diseñados por la artista Renata Schussheim para la edición 2022 de La Bienal de Buenos Aires.
En 1989 se llevó adelante la primera Bienal de Arte Joven de la Ciudad de Buenos Aires. Fue un encuentro emblemático que anticipó las escenas nacionales de la música, el teatro y la plástica de los siguientes años. Luego de una segunda edición en 1991, esta Bienal dejó de tener lugar y recién en 2013, más de 20 años después, volvió a recuperarse como el gran espacio de la cultura joven de Buenos Aires.
Para esta nueva edición la Bienal convocó a la artista plástica Renata Schussheim para que propusiera un universo visual que diera entidad a este encuentro. Al mismo tiempo, convocó a Gorricho para repensar los signos identitarios del evento y definir un sistema gráfico coherente y potente que convirtiera en una identidad visual reconocible las imágenes generadas por la artista.
EL LOGOTIPO Y LOS SIGNOS PRIMARIOS DE IDENTIDAD.
La Bienal venía proponiendo signos identitarios nuevos en cada edición. No solo se invitaba a algún artista o colectivo de artistas a pensar un universo visual que imprimiera un carácter al evento sino que para cada edición se desarrollaba un nuevo logotipo.
La propuesta fue diseñar un logotipo y una serie de signos básicos que sirvieran no solo para esta edición sino que pudieran sostenerse en las siguientes ediciones. Esto permitiría mejorar las posibilidades de reconocimiento, generar una mayor consistencia, optimizar los recursos y reducir los costos de cada nueva implementación.
El diseño buscó recuperar de las ediciones anteriores algunos gestos que pudieran ser reconocibles pero organizarse de manera de definir un nuevo signo simple, potente y funcional.
EL DISEÑO DE IDENTIDAD EN EL ESPACIO FÍSICO.
La sede principal de esta Bienal vuelve a ser, como en sus orígenes, el Centro Cultural Recoleta, uno de los espacios de la cultura más importantes de la ciudad cuya identidad también diseñó Gorricho, en 2017.
Mucho del diseño de esta identidad visual se pensó específicamente en relación a cómo la misma ocuparía los espacios del Centro Cultural Recoleta: sus patios internos y pasillos, los escenarios y, especialmente, la fachada.
Para esta edición, la histórica fachada del edificio fue pintada en su totalidad con dos grandes personajes de Schussheim y los pasajes de colores propios del sistema visual.
Varias fotos usadas en esta página son propiedad de La Bienal.